En España, la combinación de energía fotovoltaica flotante y el hidrógeno verde tiene un nuevo proyecto en ejecución. Veremos su rentabilidad y la eficiencia de este proceso.
La hibridación de la energía fotovoltaica flotante y el hidrógeno verde tiene grandes esperanzas. La península ibérica presenta unas características geográficas que hacen el lugar idóneo para apostar fuerte por esta hibridación de energías renovables.
Esta combinación de tecnologías consiste en generar hidrógeno verde a partir de la energía generada en paneles fotovoltaicos flotantes.
El interés por el hidrógeno verde tiene que ver por sus ventajas competitivas respecto a otras tecnologías. Cabe destacar que es respetuosos con el medio ambiente, almacenable, reactivo, ligero, tiene un alto contenido energético por unidad de masa y se puede producir fácilmente a escala industrial. De momento, su gran barrera es el coste de producción, pero las empresas del sector están empleando sus mejores ingenieros y están atacando el problema.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) considera que el coste de producción de hidrogeno a partir de electricidad renovable podría caer hasta un 30% en 2030. El argumento se basa en la disminución del coste de las energías renovables y el desarrollo de plantas híbridas de energía solar y eólica.
Los expertos afirman que el sector de la eólica marina, junto al desarrollo de paneles fotovoltaicos flotantes será unos de los pilares para alcanzar el objetivo de descarbonización de la economía europea para 2050.
La hibridación de energía fotovoltaica flotante y el hidrógeno
Dada la tecnología existente en España de fotovoltaica flotante era evidente que había que aprovechar esta oportunidad.
Un ejemplo es la planta de energía flotante en Extremadura construida por Acciona. La encontramos en el embalse de Sierra Brava (Cáceres). La planta tiene 3.000 paneles solares sobre el agua. Estos ocupan unos 12.000 metros cuadrados dentro de las más de 1.600 hectáreas del pantano (0,08% de su superficie).
Por otro lado, Bloomberg New Energy Outlook (BNEF) señala que el desarrollo de las tecnologías basadas en el hidrógeno permitirá una disminución del 34% de las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2050. Para ello se necesita que el precio de producción del hidrógeno se sitúe entre 0,8 y 1,6 dólares/kg. , La hibridación de energía fotovoltaica flotante y el hidrógeno podría ser la alternativa.
Según el último informe de Andersen, el volumen de negocio actual de las tecnologías de hidrógeno en España es de 594 millones de euros. Se espera que ese volumen alcance los 22.000 millones de euros en 2030 y que el sector emplee 227.000 trabajadores en 2030.
El hidrógeno puede transformar otros combustibles y ofrecer una amplia gama de usos en el transporte, como el metano sintético, metanol, amoníaco y combustibles líquidos sintéticos. La aplicación industrial de las tecnologías del hidrógeno verde tiene un enorme potencial ya que podría sustituir el uso actual del gas natural entre otros usos industriales.
Para avalar esta información aluden a un informe del 2019 de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), en el que estima que, en el transporte marítimo, los biocombustibles, el amoníaco y el hidrógeno satisfarán más del 80% de las necesidades de combustible en 2070, utilizando alrededor del 13% de la producción mundial de hidrógeno.
La producción de energía con electrolisis
La electrolisis requiere de agua y electricidad. La producción de 1 kilo de hidrógeno necesita alrededor de 9 litros de agua. A través de este proceso se producen 8 kilos de oxígeno. Estos se aprovecharían con fines sanitarios o industriales. La producción mundial actual de hidrógeno (aprox. 70 millones de toneladas de hidrógeno) requeriría 617 millones de metros cúbicos. Continuando con comparaciones, esto se corresponde con el 1,3% del agua consumida por el sector de la energía.
Acercando el ejemplo a escala nacional, podemos pensar en el mayor embalse de España. Si la capacidad del embalse de la Serena (Badajoz), se empleara solo en su mitad para la producción de hidrógeno, su caudal sería suficiente para cubrir la actual producción anual mundial.
Bahía H2: el proyecto de energía fotovoltaica flotante e hidrógeno
El proyecto Bahía H2 Offshore, impulsado por el clúster de energías marinas de Cantabria y pionero en España, tiene como objetivo el desarrollo de un innovador sistema de generación, en condiciones marinas, de combustibles en forma de hidrógeno y amoniaco, mediante energía solar flotante. El combustible verde obtenido se destinará a buques y equipamientos de líneas y operadoras del Puerto de Santander.
Los expertos en el sector señalan que los nuevos combustibles verdes, como el hidrógeno y el amoniaco, van a ser uno de los pilares para la descarbonización del sector marítimo. Sin duda, son los combustibles alternativos más interesantes, tanto en términos de emisiones de gases nocivos, como de contaminación acústica.
El proyecto Bahía H2 empleará la energía fotovoltaica flotante en la producción de hidrógeno verde. Este será usado por la Autoridad Portuaria de Santander en su actividad ordinaria.
El proyecto Bahía H2 consiste en el diseño, construcción, instalación y puesta en marcha de una plataforma flotante a escala. También, incluye un prototipo de producción offshore de hidrógeno y amoniaco verde alimentado por estas plataformas de energía fotovoltaica flotante. Para ello, integrará las tecnologías de electrólisis PEM y transformación in situ en amoniaco (NH3) mediante proceso Haber-Bosch.
Aunque en esta primera fase las soluciones tecnológicas serán testadas en una zona portuaria, su aplicación final se realizará en condiciones alejadas de la costa. El horizonte abre un espectro de oportunidades de negocio en concreto en el ámbito del transporte marítimo.
El desarrollo de la energía renovable marina implica incorporar a estas instalaciones de generación offshore sistemas de almacenamiento energético. En este punto, el hidrógeno es uno de los vectores que mejor se adapta a las necesidades y el amoniaco, un método idóneo para su almacenamiento, transporte y distribución.
Los promotores del proyecto de fotovoltaica e hidrogeno
Este proyecto está impulsado por el clúster de energías marinas de Cantabria, Sea of Innovation Cantabria Cluster (SICC), a la convocatoria de Manifestación de interés del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, promovida por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (Mincotur).
El cluster confía en que el proyecto Bahía H2 Offshore contribuya a posicionar a las empresas cántabras en el futuro mercado del hidrógeno verde y, a través de la I+D y con experiencias piloto de mejora de capacidades productivas y de fabricación de componentes/equipos, genere un nuevo tejido industrial y una cadena de valor especializada en este vector energético.
La propuesta que lidera el SICC ha sido subvencionada por Sodercan y cuenta con la participación de IHCantabria, Ariema Energía y Medioambiente, I-Deals (Grupo Everis), Centro Nacional del Hidrógeno CNH2, Universidad de Cantabria, Autoridad Portuaria de Santander (APS) y el Clúster Marítimo de Cantabria (Marca). También cuenta con el apoyo de Repsol Technology Lab. El presupuesto previsto del proyecto es de 4,5 millones de euros, a ejecutar hasta diciembre de 2023.
Un proyecto de Repsol en las costas de Cantabria dará paso a otras plantas marítimas de hidrógeno por toda la península.