La Comunidad de Madrid inaugura la primera instalación con paneles de fotovoltaica flotante para producción de energía renovable. Este innovador sistema se ubica en el depósito inferior de la minicentral hidroeléctrica de Canal de Isabel II en Torrelaguna.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha supervisado esta infraestructura antes de su puesta en marcha a finales de año. Madrid saca provecho a su hub tecnológico.
La instalación comprende 3.770 módulos fotovoltaicos en una superficie de 11.680 metros cuadrados, con una inversión de 2,1 millones de euros. Esta plataforma flotante servirá para evaluar condiciones de mantenimiento, anclajes, resistencia y su impacto ambiental.
La planta tiene una capacidad pico de 1.696 kilovatios, equivalente al consumo anual de 1,300 hogares. Complementa la producción hidroeléctrica existente en Torrelaguna debido a un desnivel de 150 metros en el canal.
La apuesta del Canal de Isabel II por la energía fotovoltaica
Esta instalación flotante es parte del Plan Solar de Canal de Isabel II. Incluye 34 nuevas plantas solares fotovoltaicas en infraestructuras públicas. Todas ellas serán financiadas con fondos europeos. En estos momentos hay 26 plantas de autoconsumo en ejecución para impulsar el uso de energía limpia.
El programa total tiene una inversión de 55 millones de euros y busca la autosuficiencia energética en seis años mediante fuentes renovables. En 2022, generaron 275,2 gigavatios/hora de electricidad. Así se ha evitado la emisión de casi 40000 toneladas de CO2.
Canal de Isabel II es la empresa con mayor capacidad de generación de energía eléctrica en la Comunidad de Madrid. Cuenta con 109,31 megavatios en más de 40 infraestructuras en el ciclo integral del agua. Estas cifras le hacen destacar como el principal productor en su sector en Europa.
Paneles para fotovoltaica flotante de tamaño reducido
Una empresa nordica destaca en la fabricación de paneles solares para plantas de energía fotovoltaica flotante. La clave está en su reducido tamaño, que permite ser utilizados en embalses, centrales hidroeléctricas y aguas poco profundas en el interior de las ciudades.
Ocean Sun es la compañía que ha desarrollado unos paneles de fotovoltaica flotante, que se pueden utilizar en el interior de las ciudades. La compañía asegura que sus paneles flotantes de tamaño reducido y los elementos que los sustentan (llamados flotadores) se fabrican en China, India y el sudeste asiático. Pueden alcanzar una capacidad de hasta 400 gigavatios, o aproximadamente la capacidad total de los paneles fotovoltaicos existentes instalados en tierra.
También afirma que han superado las pruebas de homologación que establece Noruega y que garantizan que cumplen los requisitos tanto de seguridad como de cuidado medioambiental.
Experiencias de paneles de fotovoltaica flotante dentro de la ciudad
La energía fotovoltaica flotante permite que la generación de energía se ubique mucho más cerca de las áreas donde la demanda de electricidad es alta.
Esto hace que la tecnología sea una opción atractiva para países con alta densidad de población y competencia usos para la tierra disponible.
Un flotador solar ocuparía solo del 3% al 4% de la superficie de un yacimiento existente, pero podría duplicar la capacidad de generación de electricidad de la presa contigua. Esa combinación ayuda a las empresas de servicios públicos a gestionar los períodos de baja disponibilidad de agua mediante el uso de energía solar durante el día y aprovechando la energía hidroeléctrica por la noche.
El proyecto de la empresa noruega toma prestada la tecnología que utilizan los pescadores de salmón en alta mar del país. Esta consiste en colocar círculos flotantes de membranas de plástico de polietileno, de 236 pies de diámetro. A partir de esta idea, la compañía ha desarrollado paneles solares hechos de vidrio y módulos de silicio cristalino equipados con las cajas de conexiones y los cables necesarios para conectarlos a las redes eléctricas.
Lo mejor del diseño es que está prácticamente sentado en la superficie, por lo que no hay mucho espacio para que el viento penetre debajo de la estructura.
Estos flotadores solares son un poco más caros que otro similares construidos en tierra. Pero los fabricantes afirman que son productos son más eficientes, porque su cercanía al agua permite que sus paneles solares funcionen más fríos.