La eficiencia energética en aulas de Universidad
Las universidades son edificios con unos horarios y un período de actividad constante a lo largo del año. Son instalaciones faciles de optimizar porque tienen momentos de actividad e inactividad bien delimitados. Debido a que son edificios que acogen tanto a alumnado como a personal, cuentan, por una parte, con unas exigencias determinadas de confort térmico y de iluminación, y por otra con la necesidad de cubrir el funcionamiento de equipos y sistemas informáticos, entre otras cosas.
El gasto energético, de forma general, en una Universidad española se reparte de la siguiente manera:
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- Calefacción: 50-55%
- Iluminación: 10-14%
- Equipos: 10%
- Otros equipos de climatización: 8-10%
- Cocina: 8-10%
- Agua Caliente Sanitaria: 3-5%
Los datos exactos dependen de diversos factores: el tamaño del centro, la cantidad de personal y alumnado, el clima de la zona donde su ubica o su período de actividad, entre otros.
Recomendaciones para mejorar la eficiencia energética en las aulas
1️⃣ Optimizar la iluminación
Aprovechar la luz natural
Antes de encender las luces de las estancias, asegúrate de abrir todas las cortinas y de permitir la entrada de luz natural. Los días claros y soleados, es posible que no necesitemos emplear luz electrica.
Por eso, a la hora de construir nuevas aulas, o en las reformas de las existentes, se puede utilizar un diseño que priorice el uso de la luz natural. Es decir, ventanas con amplias cristaleras y con persianas y cortinas para regular a gusto la luminosidad, o claraboyas en aulas y demás espacios comunes, por ejemplo.
Uso de LED y pantallas LCD
Al igual que en cualquier lugar de trabajo, cambiar las bombillas incandescentes y fluorescentes por LED es una de las mejores opciones para ahorrar en la factura eléctrica. Más si tenemos en cuenta que las luces pueden estar casi todo el día encendidas, sobre todo en los días de lluvia o poca luz natural.
Lo mismo nos encontramos con el caso de las pantallas: las de LCD realizan un consumo mucho menor que las de plasma o las unidades CRT.
Uso de sensores
Es recomendable el uso de sensores para encender y apagar las luces en las zonas comunes de las clases. Un ejemplo son los aseos. Esto hará que las luces solo se enciendan cuando son necesarias, apagándose en el momento en el que dejen de detectar movimiento o presencia.
Climatización y refrigeración eficiente
El uso continuado de aire acondicionado durante el verano puede suponer un gasto elevado. Una buena opción es combinar este con ventiladores de techo que hagan que circule el aire por las aulas. También, mantener abiertas las ventanas para que se efectúe una buena ventilación.
Cerrar todas las puertas de las aulas
En los días de frío es recomendable mantener las puertas de las aulas cerradas para que el calor generado dentro no se escape a los pasillos. Esto ayudará a disminuir el gasto económico en calefacción.
2️⃣ Equipamiento interior
Evitar el stand-by
Cuando no se estén usando los equipos no solo hay que apagarlos, sino asegurarse de que no se queda encendido ningún stand-by. Aunque pueda parecer que no tienen importancia, estos pequeños pilotos no dejan de ser luces que se quedan prendidas, por lo que efectúan un gasto.
Mejorar servicios
Como por ejemplo el equipamiento de la cafetería y de la cocina. Una gran idea es invertir en electrodomésticos más eficientes, reemplazando aquellos que son más antiguos y que gastan más energía. Actualizar los microondas para calentar las comidas de los alumnos es una medida sencilla y que agradeceran los usuarios.
Un modelo de eficiencia energética en aula abierta
Un innovador proyecto de eficiencia energética en aula abierta va a ser desarrollado por la Universidad de Málaga. Consiste en construir un aula abierta al aire libre aplicando la eficiencia energética. Será un espacio educativo semi exterior que podrá ser utilizada por cualquier grupo reducido de la Universidad.
En su diseño ha participado un equipo multidisciplinar integrado por profesores de Arquitectura, Ingenierías Industriales y Telecomunicación. Una de las particularidades de la iniciativa es que puede mejorar las condiciones exteriores por medio de la cubrición del espacio educativo y la instalación de sistemas activos para la captación de energía sobre la cubierta.
E4: la aplicación de la eficiencia energética en aulas abiertas
El bautizado como E4 Espacio Exterior Educativo Eficiente tendrá capacidad para un aforo de unas 35 personas. El interior del aula alberga tres subespacios que permiten cierta flexibilidad en el uso docente. Una de las zonas es un graderío a tres niveles, donde se sientan los alumnos. Este aforo se encontrará bajo cubierta, con una superficie de 110 metros cuadrados.
El diseño se ha realizado mediante un software que permite adaptar este mismo prototipo a cualquier otro espacio del campus universitario. En el proceso de elaboración se empleó un escaneo láser 3D para obtener una nube de puntos del espacio.
Se han seleccionado 45 parámetros de uso, ambientales, formales, espaciales, organizativos, estructurales y climáticos que definen el edificio y todas las configuraciones posibles según el entorno en el que se inserte. Todo ello permite agilizar el diseño de proyectos similares en un 60%, según se destaca.
Para su formalización se opta por el uso de superficies curvas, ejecutadas como cáscaras de hormigón. La traza de estas curvas se basa en catenarias que disminuyen las tensiones de tracción y que permiten simplificar constructivamente la ejecución.
La ejecución de la clase más sostenible
Esta aula abierta estará ubicada cerca de la Facultad de Educación del campus de Teatinos. La empresa adjudicataria del contrato es C. Lasor. El presupuesto es ligeramente superior a 500.000 euros. El plazo de construcción será de 4 meses, por lo que deberá estar acabada antes de final de año.
Los responsables del proyecto apuntan que para lograr una completa utilización del espacio, éste ha de adaptarse desde su diseño inicial a la climatología del entorno. Según los técnicos, uno de los problemas principales se relaciona con las corrientes de aire no controladas. Así, el propósito es que el Proyecto E4 colabore en atemperar las condiciones climáticas exteriores para crear un ambiente «lo suficientemente agradable como para desarrollar la actividad planteada».
Y para ello se proponen barreras contra el viento, sombreamiento, que se han tenido en cuenta en el diseño arquitectónico; aislamiento e inercia térmicas, evitando el sobrecalentamiento a lo largo del día y favoreciendo el enfriamiento nocturno; se desarrolla un sistema de superficies radiantes con tubos embutidos por los que circula agua y mejoran la sensación térmica interna en invierno en al menos 5 grados centígrados.
Fotovoltaica como base de la eficiencia energética en el aula abierta
El plan también incluye la instalación de 184 módulos fotovoltaicos hexagonales en la cubierta del pabellón que suministrarán la energía necesaria para la bomba de calor del suelo radiante y los sensores.
El edificio se dota de sistemas inteligentes, contando con sensores para medir variables relacionadas con el confort y la eficiencia energética, caso de la temperatura ambiente, la humedad, la presión atmosférica, la temperatura en superficie, el nivel de CO2… A estos hay que sumar sensores infrarrojos pasivos de detección de presencia, sensores infrarrojos activos de ocupación en las gradas, cámaras y sensores de diferencial térmico.
El pabellón E4 contará, asimismo, con algoritmos de inteligencia artificial (IA) que se encargarán de predecir la sensación térmica, así como de detectar la ocupación para el control de los sistemas y maximizar la eficiencia energética y el confort de las personas.